Tras este hundimiento, el importe de las nuevas operaciones retrocede un 3% en 2019.
El mercado hipotecario ha acelerado su desplome en julio. Los bancos concedieron préstamos por un importe un 22,3% inferior al del mismo mes del año pasado, un cifra que viene precedida de casi el 21% de descenso de junio.
Todos los expertos y el sector financiero coinciden en señalar que estos hundimientos se producen como consecuencia de la entrada en vigor de la nueva Ley Hipotecaria, que alarga los plazos desde que el banco da su visto bueno a través de una oferta hasta que se firma el contrato ante notario. Si embargo, también apuntan como causas de este retroceso en la ralentización económica, que está haciendo mella en la demanda de créditos para la adquisición de inmuebles.
Según los datos provisionales del Banco de España, las entidades aportaron a las familias apenas 3.463 millones para hipotecas en julio, frente a los 4.455 millones de hace una año y supone la tercera caída mensual de 2019. La primera se produjo en abril por el impacto de la Semana Santa.
Con ello, el volumen concedido por la banca para inmuebles a los hogares se sitúa en los 25.558 millones de euros, lo que supone que el importe ya retroceda frente al mismo periodo del año anterior. En concreto, baja un 3%, una situación que contrasta con los crecimientos de doble dígito del conjunto de 2018.
Advertencias previas
«Estamos asistiendo a la moderación del crecimiento del mercado inmobiliario que ya vaticinábamos para 2019», señala la directora de Estudios de Fotocasa, Beatriz Toribio, quien añade que «lo que está por ver es si este proceso será más o menos intenso por la evolución de la macroeconomía, el contexto internacional, la situación política y los últimos cambios en la normativa».
Algo más optimista se muestra el jefe de Estudios de Idealista, Fernando Encinar, que cree «que los datos de formalizaciones de junio permiten afirmar que se trata simplemente de un impass temporal» y que el volumen se recuperará en los próximos meses. Achaca la merma de la actividad al impacto de la ley hipotecaria, que ha obligado a retrasar los contratos.
Los datos publicados el viernes por el INE recogen también el reflejo en el parón de las transacciones. Según sus cifras, el número de operaciones hipotecarias descendió un 2,5% en junio, hasta 29.900, aunque en algunas comunidades autónomas, como Madrid, el desmoronamiento supera el 20%. En Valencia y Murcia, por contra, crecen todavía con una velocidad elevada, a tasas del 16,9 y 12%, respectivamente.
Más acusado es el descenso si se tienen en cuenta todo tipo de inmuebles (fincas rústicas y urbanas que no sea pisos o casas), ya que la caída llega al 3,7%, a 40.496.
La nueva ley hipotecaria incluye una serie de medidas de seguridad y transparencia, como la obligación del cliente de acudir al notario para analizar la documentación remitida por el banco de manera previa, lo que puede suponer un aplazamiento en la rubrica del contrato. Además, los bancos aún no tenían adaptados los sistemas telemáticos para llevar a cabo la operación, otro punto que influye en los retrasos de las operaciones.
Necesidad de captar negocio
El frenazo de la actividad llega en un momento en que la banca necesita aumentar su negocio para compensar la caída de los tipos de interés provocada por la política monetaria del BCE, que en septiembre recortará previsiblemente el precio oficial del dinero hasta situarlo en un 0,10% negativo. El euribor, principal indicador de las hipotecas, cerrará agosto en el -0,36%, mínimo histórico.
El parón en la concesión también está incidiendo en una bajada del precio que piden los bancos por los créditos para vivienda en contra de lo vaticinado por el sector, que advertía antes de la entrada en vigor de la ley que iba a causar un encarecimiento de la financiación.
El tipo de interés que reclama la banca baja de nuevo y se sitúa en el 2,23% TAE
Según los datos del Banco de España, el interés medio de los préstamos hipotecarios a los hogares se contrajo hasta el 2,23% TAE -incluye comisiones-. En mayo estaba en el 2,40% y en junio, en el 2,26%. No obstante, la tasa se sitúa aún por encima de hace un año, cuando los tipos de las nuevas transacciones estaban en el 2,14%.
En esta coyuntura, BBVA ha dado el primer paso para rebajar su oferta de hipotecas fijas con un ajuste considerable del precio y poder atraer clientes. Ajustó al 1,74% el interés de este producto a 15 años con la contratación de varios seguros y la domiciliación de la nómina, lo que hace que sea el préstamo más atractivo del mercado y muy por debajo del sistema.
La entidad azul, de hecho, es el banco que ha sufrido la mayor caída de su cartera hipotecaria al registrar un volumen mayor de amortizaciones que de nueva financiación, por lo que necesita aumentar el importe de la concesión para mejorar los márgenes. En el primer semestre el saldo de créditos para vivienda a los hogares de BBVA se hundió un 6,5%, el doble que la media del sector. Solo Liberbank y Bankinter lograron un incremento entre enero y junio.
El negocio de créditos al consumo, a diferencia del hipotecario, dio el primer síntoma de mejoría del año, pero puede deberse al efecto estacional al tratarse de un mes de gastos extraordinarios por el verano y las vacaciones. El importe concedido por la banca para bienes y ocio se elevó un 3%.
