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¿Verano financieramente saludable? Sí, es posible

Comunicación Corporativa

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16/06/2023

El verano suele ser sinónimo de días más largos y más luz. Y esto tiene un impacto directo en nuestro estado de ánimo y bienestar, pues la exposición al sol (siempre con protección) aumenta la vitamina D, esencial para nuestros huesos, y la producción de serotonina, conocida como la “hormona de la felicidad”.  Es una temporada de diversión y relax pero, a veces, también de gastos imprevistos por los que es fácil dejarse llevar: viajes, barbacoas con amigos, eventos, festivales, rebajas… La lista puede llegar a ser muy larga. ¿Verdad?

¿Qué es la salud financiera?

La salud financiera se refiere a la condición en la que una persona o entidad mantiene un equilibrio sólido entre sus ingresos, gastos, ahorros e inversiones. Implica administrar de forma responsable los recursos económicos y mantener un nivel adecuado de liquidez para hacer frente a los gastos y emergencias.

Una buena salud financiera implica vivir dentro de los medios, evitar las deudas excesivas, establecer un presupuesto, ahorrar regularmente y planificar a largo plazo. Además, también implica comprender y usar de forma efectiva soluciones financieras como el crédito, las inversiones y los seguros.

Mantener una buena salud financiera proporciona estabilidad, reduce el estrés y nos brinda oportunidades a largo plazo.

¿Cómo proteger nuestra salud financiera en verano?

La protección de la salud financiera durante el verano consiste en ser consciente de nuestros gastos, establecer un presupuesto y priorizar nuestras metas a largo plazo para cuidar de nuestro bolsillo. Aquí tienes algunos consejos para ayudarte a mantener tus finanzas en forma durante la temporada estival:

1. Revisa tu presupuesto: Antes de embarcarte en cualquier plan de verano, tómate un tiempo para revisar tu presupuesto. Identifica tus ingresos y gastos mensuales y establece límites realistas para tus gastos veraniegos. Prioriza tus necesidades y asegúrate de asignar suficientes fondos para los pagos de tu hipoteca y otros gastos fijos.

2. Planifica tus gastos de verano: El verano está lleno de tentaciones, desde viajes hasta actividades al aire libre y comidas fuera de casa. Planifica tus gastos de manera inteligente y establece un presupuesto para cada categoría, como viajes, entretenimiento y comidas. Esto te ayudará a evitar gastos excesivos y a mantener el control sobre tus finanzas.

3. Ahorra en tus vacaciones: Si tienes planes de viajar, aprovecha al máximo tu dinero buscando descuentos y ofertas especiales. Compara precios de vuelos, alojamientos y paquetes turísticos, y considera opciones más económicas, como alojarte en casas de alquiler vacacional en lugar de hoteles. Además, evita el uso excesivo de tarjetas de crédito y, si es posible, ahorra con anticipación para evitar deudas innecesarias.

4. Aprovecha las actividades gratuitas o de bajo coste: El verano ofrece una amplia gama de actividades gratuitas o de bajo costo que aún pueden ser divertidas y emocionantes. Explora tu comunidad en busca de eventos locales, conciertos al aire libre, festivales culturales o incluso actividades al aire libre como senderismo o ciclismo. Estas opciones te permitirán disfrutar del verano sin gastar una fortuna.

5. Ajusta tu termostato: El verano puede aumentar significativamente tus facturas de energía debido al uso intensivo del aire acondicionado. Considera ajustar tu termostato a una temperatura ligeramente más alta cuando estés fuera de casa para ahorrar energía y reducir los costos. Además, asegúrate de que tu hogar esté bien aislado para evitar fugas de aire y pérdida de eficiencia energética, aunque por suerte existen pequeños gestos que pueden ayudarte a ahorrar. 

6. Aprovecha los beneficios del jardín: Si tienes un jardín o un espacio al aire libre, aprovecha al máximo durante el verano. Cultivar tus propias frutas y verduras puede ser una forma económica y saludable de disfrutar de productos frescos. Además, pasar tiempo al aire libre en tu propio jardín puede brindarte una sensación de paz y relajación sin tener que gastar dinero en actividades fuera de casa.

7. Evita compras impulsivas: El verano a menudo viene acompañado de tentaciones de compras, ya sea ropa de verano, artículos deportivos o productos para el aire libre. Antes de comprar algo, incluso en rebajas, pregúntate si realmente lo necesitas y si se ajusta a tu presupuesto. Si sientes el impulso de comprar algo costoso, dale un tiempo para pensarlo antes de tomar una decisión final.

8. Revisa tus seguros: Durante el verano, es posible que realices actividades que puedan tener riesgos adicionales, como nadar en una piscina o viajar en coche. Asegúrate de revisar tus pólizas de seguro de hogar, vida y automóvil para asegurarte de tener la cobertura adecuada. Además, considera comparar diferentes opciones para asegurarte de obtener el mejor trato posible.

9. Mantén tus metas financieras a largo plazo en mente: Aunque el verano puede ser un momento de relajación, no debes olvidar tus objetivos financieros a largo plazo. Ya sea ahorrar para la jubilación, pagar la hipoteca o reducir deudas, mantén tus metas en mente y haz pequeños ajustes en tus gastos de verano para asegurarte de que sigas avanzando en la dirección correcta.

Recuerda, cuidar tu salud financiera es tan importante como cuidar tu salud física durante el verano. Sigue estos consejos y disfruta de una temporada llena de alegría y tranquilidad, sabiendo que estás tomando decisiones inteligentes para proteger tu futuro financiero. ¡Mantén tus finanzas en forma bajo el sol del verano!

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